La UE prorroga tres años los aranceles de salvaguardia del acero
Desde julio de 2018, la Unión Europea está cobrando aranceles de salvaguardia del 25% sobre las importaciones de productos de acero que exceden sus cuotas. En un principio, la vigencia del arancel debía concluir a finales de junio. Mientras que las acerías europeas deseaban la prórroga de las medidas de salvaguardia, los consumidores de acero se verán afectados por los aranceles en un contexto de precios elevados y escasa disponibilidad en el mercado europeo del acero. Esta semana, Arania analiza la situación.
El objetivo de la política arancelaria de la Unión Europea es garantizar la viabilidad y el empleo de las siderúrgicas europeas ante la presión comercial de países como China. No obstante, el efecto de ese control sobre los precios se ha visto distorsionado en los últimos meses, ya que la economía china se ha reactivado antes y más rápido que la europea, una situación que comienza a afectar al equilibrio comercial mundial. Este problema ha quedado de manifiesto con la crisis en el mercado de semiconductores y microchips, por ejemplo, y ahora parece haberle llegado el turno al acero y a otras materias primas.
Ahora, los principales actores del sector del acero laminado como Arania observan cómo la UE prorrogará los aranceles de salvaguardia a las importaciones de productos de acero durante otros tres años, aunque sin cambiar los productos a los que se aplican y permitiendo una liberalización anual del 3% de los contingentes arancelarios. La UE ha estado cobrando, desde julio de 2018, un arancel del 25% sobre las importaciones de productos de acero que exceden sus cuotas. Se planeaba, originalmente, que la vigencia del arancel terminara el 30 de junio.
Las acerías europeas habían instado a la Comisión Europea a prorrogar las medidas de salvaguardia, mientras que los consumidores de acero expresaron su oposición a los aranceles en un contexto de precios elevados y escasa disponibilidad en el mercado europeo del acero. Para algunos líderes del sector, continuar con las medidas de salvaguardia – en un momento en el que los productores de acero están luchando por satisfacer la demanda y los precios de este metal se están alzando a niveles récord – afectará negativamente a las industrias de procesamiento de acero y al sector automovilístico.
La situación es la siguiente: los proveedores de automóviles normalmente solo obtienen acero de fuera de la EU cuando el continente no es capaz de afrontar la capacidad de producción para satisfacer la demanda de acero especializado. De esta manera, en opinión de los principales líderes de la automoción, la continuación del instrumento de salvaguardia con solo una expansión mínima de la cuota (para comprar en el exterior) no sirve a los intereses de la economía europea en su conjunto.
Además, la Comisión Europea dio el impulso definitivo al denominado “ajuste en frontera”, que pondrá barreras fiscales a las importaciones de acero procedente de países en los que la legislación medioambiental es mucho más laxa. La medida está incluida dentro de un ambicioso paquete legislativo llamado “Fit for 55” y que tiene por objetivo recortar en un 55% las emisiones de CO2 en el viejo continente.
Aranceles de salvaguardia: medidas de protección en forma de contingentes arancelarios que reflejan los flujos comerciales tradicionales de terceros países, por encima de los cuales se aplica un derecho de 25% a las importaciones.
- Los precios del acero están en máximos históricos.
- Altos precios + escasa disponibilidad.
- En este contexto, prolongar las medidas de salvaguardia afectará a las industrias de procesamiento del acero.
- En especial, esta medida seguirá ejerciendo presión sobre la cadena de suministro del automóvil.