El precio del acero, nuevo protagonista del 2021
El nuevo año arranca con una importante subida del precio del acero. Las consecuencias de la pandemia para el sector a nivel internacional se traducen en alteraciones del mercado, precaución ante las políticas chinas y un pico de precios que genera distintas opiniones. El inesperado aumento de la demanda de la industria automotriz desde el verano ha llevado a que los pedidos excedan la capacidad de acero disponible. Por ello, el acero laminado en frío de precisión para automoción de Arania es la mejor herramienta en manos del sector automóvil para garantizar las necesidades del mercado actual.
Durante las primeras semanas de 2021, el precio del acero laminado ha alcanzado máximos históricos en los mercados americanos después de que las empresas productoras siderúrgicas implantaran una política de subida de precios desde comienzos de año. Por ejemplo, los precios de la bobina laminada en caliente (BLC) de Estados Unidos alcanzaron su máximo histórico hasta romper la barrera de los 1.200 USD/ton el pasado 14 de enero, superando la marca establecida en 2008.
En Europa, los compradores se encontraron a la vuelta de las fiestas navideñas con un precio de la BLC que apuntaba a los 800€/ton, máximo histórico que se alcanzó durante el mes de junio del 2008. En el viejo continente, las acerías han tratado de cerrar acuerdos antes de finalizar 2020 con el objetivo de aprovechar el impulso de los precios futuros, en un momento en el que las siderúrgicas se enfrentan a una acumulación de solicitudes de clientes interesados en reservar material a precios más bajos.
A grandes rasgos, el factor determinante de estos movimientos en el precio del acero es la reactivación del mercado interno de los Estados Unidos y de China. La lenta recuperación de la capacidad productiva del sector del acero a nivel mundial es frenada aún más, por los efectos de la pandemia, que sigue influyendo en los principios de la oferta y la demanda.
Debemos recordar que, durante la primera ola del Covid-19, los altos hornos se vieron obligados a suspender una capacidad de producción de unos 31 millones de toneladas, según datos de UBS. Sin embargo, en septiembre solo se reinició el 25% de esta producción.
Nos adentramos en la era del mundo bipolar, con dos ciclos económicos y financieros no correlacionados: uno estadounidense y otro chino. En este escenario, comprender lo que ocurre en el gigante asiático resulta fundamental para anticipar los movimientos del mercado. Existía cierta preocupación sobre cómo acogería el mercado las políticas de China orientadas a reducir su huella de carbono, unas medidas que afectarían a la producción de acero.
En este sentido, la indiferencia ante el planteamiento chino para reducir la producción de acero bruto en 2021 ha sido total. Resulta complicado que así sea, ya que la elevada producción de acero es una de las claves para la recuperación de la manufactura y de la construcción chinas tras los efectos de la pandemia.
En un principio, la escasez de oferta a la que se enfrentó el mercado europeo del sector del acero fue consecuencia directa de los recortes de producción provocados por la pandemia de Covid-19 en primavera. Con la reactivación de la actividad económica e industrial, se produjo un inesperado pico de demanda proveniente del sector automovilístico, que fue uno de los primeros en dar síntomas de recuperación en Europa, como ya señalamos en el blog de Arania.
No obstante, las empresas siderúrgicas han tenido dificultades a la hora de satisfacer esta demanda, un hecho que resulta complicado de asimilar dada la escasa demanda de automóviles en general. En este escenario, algunas fuentes indican que podría ser muy arriesgado seguir subiendo los precios para el sector del acero en Europa. El problema es que se espera que la demanda de acero, tanto a nivel nacional como internacional, aumente en 2021 respecto a 2020.
Al parecer, la escasez de suministro continuará durante una temporada, ya que la capacidad extra de los altos hornos que vuelven a estar operativos será contrarrestada por el retraso de los trabajos de mantenimiento y los desmantelamientos en muchas plantas siderúrgicas. De esta manera, resulta fundamental recuperar los niveles productivos anteriores a la crisis, ya que la reducción de la producción solo impulsará al alza el precio del acero y perjudicará a las industrias del procesamiento.
Ahora más que nunca, la gama de aceros laminados en frío de precisión para automoción de Arania es la mejor herramienta en manos del exigente sector automóvil para cubrir eficazmente las necesidades del mercado actual.